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Busca implementar nuevos métodos para salvar pie diabético.

  • Martín Vargas
  • 15 oct 2015
  • 5 Min. de lectura

La diabetes, es una de las enfermedades que podemos observar con mayor frecuencia en nuestro país. Se estima que tan solo en México existen alrededor de 10 millones de afectados por este padecimiento; los malos hábitos alimenticios, la falta de una cultura física y la desinformación que existe sobre este malestar, son factores determinantes para que México sea uno de los países con mayor incidencia de diabetes en el mundo. Las consecuencias que esta grave enfermedad puede traer, son innumerables: ceguera, aumento en la presión arterial, altos niveles de colesterol en la sangre, afecciones cardiacas, daños a riñones, piel y vasos sanguíneos, entre otras. Una de las complicaciones que se observan con mayor frecuencia y que traen como consecuencia daños irreparables para los afectados, son las ulceras de pie diabético. Las estadísticas que esta complicación genera, son escalofriantes. Se estima que un 30% de los afectados por ulceras de pie diabético, terminan sufriendo una amputación.

Para el Dr. Ismael García Cabral, médico cirujano por la Universidad Autónoma de Nuevo León y especialista en el tratamiento de ulceras de pie diabético por la Universidad de La Habana, Cuba; el tratamiento de la diabetes y de las consecuencias que genera es un factor de atención emergente a nivel mundial: “La diabetes ahorita en el siglo XXI es una epidemia, a nivel mundial se calcula que hay 300 millones de diabéticos y México se encuentra entre los 3 países con mayor incidencia de diabetes. Una de las complicaciones severas de la diabetes, es el síndrome del pie diabético, que son ulceras en el pie del paciente que a la larga pueden conducir a amputaciones de las extremidades inferiores”.

Los métodos que se utilizan en nuestro país y en nuestro estado para el tratamiento de ésta consecuencia generada por la diabetes, están un paso atrás de lo que se practica en algunos de los países más desarrollados en el área médica, como lo son Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa como Finlandia e Italia: “Hay múltiples tratamientos ahorita para la ulcera del pie diabético, lo que está más en boga a nivel mundial es un tratamiento que utilizan los cubanos. Ellos descubrieron un medicamento para cicatrizar las ulceras del pie diabético que se llama Heberprot- p, ellos (los cubanos) lo aislaron en laboratorio, es el factor de crecimiento epidérmico. Ese medicamento lamentablemente no existe en México, pero lo que utilizamos en México es el plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento. Es sangre sacada del mismo paciente, se extrae y se separa el plasma donde van las plaquetas con factores de crecimiento y ese se infiltra en las lesiones de los pacientes”.

El porcentaje de efectividad que pueden tener este tipo de procedimientos, es alto comparado con otras alternativas: “Una vez terminado el tratamiento, en un 80% de ellos tienen un buen resultado, en el otro 20% lamentablemente no responden”. Así mismo, también existen algunos factores de los que depende directamente la respuesta hacia este tipo de métodos: “El factor principal para que respondan al tratamiento es la edad y la presencia de infección en la herida. La presencia de infección en la herida retrasa el uso de este tipo de procedimientos porque están indicados pero cuando no tienen infección. Generalmente (el factor para que fracase el tratamiento) se debe a la severidad de la diabetes, ya que tienen mucho tiempo de ser diabéticos y ya tienen complicaciones circulatorias graves”.

Contrario a lo que se puede pensar, este tipo de tratamientos pueden resultar incluso más baratos que otras alternativas que se ofrecen dentro del área médica: “Comparativamente con otros procedimientos es de los más baratos. Es caro, pero comparativamente con otros es más barato como por ejemplo que el V.A. C, que es un sistema de presión negativa que se pone en el pie diabético utilizando un aparato que succiona liquido inflamatorio, pero es más caro que utilizar el Heberprot- P y mucho más caro que utilizar el plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento”.

Desgraciadamente en nuestro país este tipo de procedimientos que pueden llegar a cambiar la vida de los pacientes afectados por la diabetes, no se practican con frecuencia: “Lamentablemente en México no se practica en forma generalizada; cosa que debería de ser porque tenemos gran cantidad de pacientes diabéticos y día a día los pacientes que requieren amputación son gente cada vez más jóvenes. Hay pacientes incluso de 40 años a los que ya se les están haciendo amputaciones por arriba de la rodilla”.

A diferencia de como sucede en Cuba, en muchos de los países subdesarrollados en el área médica, este tipo de procedimientos siguen sin emplearse de manera generalizada debido a un problema con la distribución del fármaco: “El problema es que ese medicamento no ha llegado a México a distribuirse, no ha llegado como a 52 países a nivel mundial. Hay un problema de distribución del medicamento que lo tienen que ver los cubanos, que son los dueños de la patente”.

A pesar de los problemas de distribución que existen, en nuestro estado se comienzan a tratar pacientes afectados por el pie diabético por medio de estos procedimientos: “Nosotros ahorita ya llevamos mas o menos como unos 50 pacientes a los que les hemos puesto plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento y llevamos como unos 3 o cuatro pacientes aproximadamente donde hemos utilizado el Heberprot- P”.

Las recomendaciones generales para evitar llegar a estas complicaciones son muy sencillas y pueden realizarse en casa: “Las indicaciones principales es que el medico de primer contacto o médico familiar les lleve un buen control, que el paciente tenga determinaciones diarias de glucosa en sangre capilar, en sí que tenga un glucómetro para que sepa cómo está llevando su control”.

Perder una extremidad puede generar problemas psicológicos

El perder una extremidad no resultaría sencillo para cualquier persona. Para la psicóloga Denis Vega Villarreal, las complicaciones anímicas que esto puede traer son relativas: “Todo depende de la persona, ya que hay casos en los que se cuentan con los recursos psicológicos para salir adelante y otros (casos) que no. En los mejores casos la persona empieza a elaborar su duelo después de recibir la noticia, tomando en cuenta que perderá una extremidad pero seguirá con vida”.

Así mismo, el perder una parte del cuerpo puede incluso generar problemas de depresión avanzados: “La persona puede entrar en un cuadro de depresión por la falta de su extremidad, por no sentirse completo, no poder hacer las cosas como las hacía antes, y porque la gente lo vea mal o discrimine”.

Las personas cercanas al paciente que perdió una extremidad, son fundamentales en la recuperación anímica del mismo y con su actitud pueden generar una evolución en el estado del afectado: “(Se recomienda) Actuar lo más normal posible, no ser pesimistas (y no pensar): “¿Por qué le pasó eso?, su vida ya no será fácil, todo cambiará”. Que lo animen a ser autosuficiente. Si es necesario acudir a terapias, a grupos de apoyo, con personas con una condición similar, etcétera”.

Información: Medline

Infografía CNN

 
 
 

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